Es posible que muchos no os hayáis enterado, pero este año se ha cumplido el décimo aniversario del estreno de los Power Rangers. Diez años, y diez temporadas, desde que estos superhéroes se introdujeran en nuestras vidas y nuestros grasientos corazones. Cuando la serie comenzó, uno de mis hermanos pequeños estaba en la edad justa a la que se dirigia la serie y su merchandising, ocho años. Yo también veía la serie religiosamente. Pero no con él, no haciendo compañía a mi hermano. La veía sólo, o con mis amigos, con los que solía quedar para ver a los Power. Por que también nos gustaba.

Los Mighty Morphin´ Power Rangers no son más que una adaptación del megaproductor Haim Saban para al público occidental de las serie japonesas denomindadas sentai, que viene a significar “Grupo de héroes”. Este tipo de series tienen su origen en las aventuras de Ultraman, aunque pronto adquirieron su identidad propia. En Japón llevan emitiéndose desde hace 30 años con gran éxito, aunque por aquí nunca cuajaron demasiado. En Francia y España pudimos disfrutar de Bioman y los Turbo Rangers, pero aún siendo yo más pequeño, nunca me acabaron de gustar. ¿Por qué prefería al “sucedáneo” antes que al original?
Rita, nuestra china cabrona favorita.
El frescor que no te abandona
La respuesta es bastante simple: los Power Rangers mejoraron a sus sosias nipones. Cogieron todo lo que tenían aquellas series de divertido: los trajes, los robots, los villanos, las artes marciales… y le supieron dar lo que les faltaba: aventuras interesantes, personajes carismáticos y más sentido del humor. Bueno, más o menos, a ver si se creen que hablo del Enano Rojo o algo así. ¡Ah! Y una canción chulísima.

La aventuras, como ya he dicho, eran infinitamente más entretenidas. Para empezar… ¡Había episodios… ¡Dobles! ¡Triples! ¡Cuadruples! Aventuras que continuaban de un capítulo a otro, que nos dejaban en una tensa espera debido a su emocionante final. Y tenía continuidad. En Japón, cada año se nos presenta un nuevo equipo de Rangers, que no guardan ninguna relación con los anteriores. Aquí, los cambios en el grupo se producían gradualmente, existiendo varios Rangers o personajes (Billy, Zordon) que ayudaban a superar la transcición entre una serie y otra.

Será el jefe, pero la cara de zampabollos no se la quita nadie

Antes he mencionado las aventuras que se extendían a lo largo de varios capítulos. El más celebrado fue, sin duda, la saga del Green Ranger. Fue la que nos hizo engancharnos la serie a muchos, la que demostraba que los Pagüe, aparte de risas, eran capaces de ofrecer aventuras entretenidas también para adolescentes. Y aquí llegamos al siguiente punto: los personajes carismáticos. El Green Ranger fue tan popular que pasó a militar en las filas de los buenos. La Pink Ranger era mona y simpática, Billy caía bien y Bull y Skull, los matones del instituro eran patéticos pero entrañables. Y acertaron al desarrollar parte de la acción en el instituto, un familiar para los más mayores y al que los pequeños estaban deseando llegar (ya se sabe, esas ganas de ser mayor). Saban volvía a mejorar el orginal.

Por último, tenemos el tema del humor. Esta la pieza clave. Porque las series niponas, aún siendo tan casposas como eran, y como todos recordamos, se tomaban bastante más en serio que su contrapartida americana.

En los Power Rangers, uno tenía la sensación de que se reía junto con los responsables de la serie. Como ya he dicho antes, solía quedar con mi amigo El pájaro de Alcalá para verla, y nos lo pasábamos en grande con los masillas, los inventos de Billy (¡el tipo inventaba un coche volador! ¡Y era un estudiante de instituto!), Bull y Skull, los planes de Rita, o el absurdo Bar-gimnasio que frecuentaban, donde podían entrenar y sólo servían zumos. En mi clase la veía mucha gente y todos la disfrutábamos. Y en el fondo, nos molaba de verdad.
La serie original Mighty Morphin´ Power Rangers es la más recordada por todos. Al impacto que nos causó la novedad, hay que sumarle un buen horario y una gran estabilidad en el equipo. En USA era emitida a diario, por lo cual las temporadas tenían unos 50 capítulos. Así pudimos familiarizarnos todos con los personajes y cogerles cierto cariño. Aunque a otros los odiaremos por siempre, como a Curtis, el primo de Zach, el ranger negro, que decía que era músico y se dedicaba a hacer el mongol. Duró un total de 3 temporadas, totalizando un total de 155 capítulos. Kimberly (Pink Ranger), Billy (Ranger Azul) y Tommy (Green/White Ranger), permancieron a bordo durante todos los capítulos. ¡Y no nos olvidemos de las películas!

A partir de ahí, muchos perdieron el contacto. La siguiente serie, Power Rangers Zeo, sufrió cambios de horario, desaparecieron algunos personajes y detruyeron el centro
de control del robot idiota Alpha 5 y Zordon. A partir de ahí, cada temporada cambiaba la premisa. En Lost Galaxy vagaban por la galaxia, en Rescate Relámpago (Power ranger rescate RELÁMPAGÓ! ¡REEELÁAAAAMPAAAAGOOOOO!) eran policias, bomberos o médicos… En In Space se volvían niños… Es fácil alinear así a muchos de los fans antiguos. Sin embargo, los niños, su auténtico público y el que se va a pedir para reyes los muñecos y los robots, seguían apoyando la serie, que aún se emite en América.

Al renovarse cada año, la serie consigue atraer a nuevo público infantil, mientras sus antiguos seguidores crecen y se empiezan a interesar por otras cosas. A pesar de todo, me temo que el concepto de la serie esté ya desgastada y vea pronto su fin. Esperemos que no. Y en caso que así sea, que no os quepa ninguna duda de que volverá tras unos años de descanso, como ha sido el caso de He-Man, los Transformers o las Tortugas Ninja. La huella que los Powers Rangers ha dejado en una generación, y, aunque parezca mentira, su influencia en la cultura pop, es demasiado profunda para desaparecer así como así sin dejar rastro (acordaos de todas sus imitaciones). Yo mismo, en su día, cuando cantaba en un grupo de jevi, interpretába la potente canción de los Power Rangers: era la versión que más éxito tenía. Y es que… ¿quién no ha echado alguna vez los brazos hacia delante y gritado “¡A METAMORFORSEARSE!”. ¡¡GO, GO POWER RANGEEEEEEERS!!!!

Los pilares de la serie: un masilla y el tipo del bar-gimnasio. No sabía que los zumos engordasen.