Te
enfadas con un amigo o amiga, te suspenden derecho romano
o estructuras, un profesor sádico se mofa delante
de ti por tu impericia, te despiden de una revista por
criticarlos en tu Blog, retrasan la fecha de lanzamiento
de la PlayStation 3 o de la siguiente temporada
de Buffy Cazavampiros, etc. Todo ello en un mismo
día, y tú sin levantar cabeza, decides encender
la TV buscando un programa ameno y divertido. Pero tu
intento de "zapeo" se ve frustrado al no encontrar
ninguna alternativa divertida, y de repente te enganchas
a una serie. Ésta, intentando ser realista, agudiza
tu bajón al incidir en los mismos problemas que
tienes, obsesionándote con ellos y llevándote
al lloriqueo o a cosas más peligrosas
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El
mejor de los suicidos de Atrapado en el tiempo:
la comilona brutal
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Pues
bien, hoy vamos a hablar de las series más depresivas
de la televisión. Aquellas que han llevado a soluciones
drásticas ante su visión, o lo que es peor,
a un estado de tristeza irreversible. Esos jóvenes
melancólicos traumatizados por la muerte de algún
personaje de ficción, que luego se dedicarían
al cine y se casarían con la cantante de los Subterráneos.
Esta
lista tendrá, como es habitual, un baremo de la
menos depresiva a aquella que, indiscutiblemente, marcó
a una generación. Supongo que en el blog habrá
dudas sobre la elección, pero al menos, mis queridos
drugos, les daré las suficientes razones como para
que se planteen la revisión de algunas de ellas.
Javier
ya no vive sólo: Aragón en la
cúspide de su poder decidió autoproducirse
una serie en la cual él (ego, yo: Freud
tendría un filón con milikito) tendría
un lado más humano y se alejaría del carácter
pequeño burgués de Médico de Familia.
Craso error: Nadie puedo creerse a Emilio como soltero
de oro, despreocupado, con carácter social y buscando
la redención del género humano. Aparte,
su tensión sexual no resuelta con Nuria Roca
(la mujer sin personalidad) tenía menos química
que Parada y Chelo García Cortés, y el público
le dio totalmente la espalda. Puesto que Aragón
dramático es puro oxímoron, intentó
juntarse con actores más capaces como Emilio
Gutiérrez Caba o Fernandito Guillén
Cuervo (prototipo del mal actor enchufado ad nauseam
por sus contactos en la profesión).
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Se
dejo flequi para parecer más joven y enrrollao.
Sobredosis de Friends
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El
carácter depresivo de la serie se concretaba en
su increíble bondad (se dedicaba a diferentes obras
de caridad), sólo rota por el canallesco (y por
supuesto forzado) Guillén haciendo de amiguete
birresco de Aragón. Milikito en la serie era algo
así como el Mr.Chance de Sellers, sólo
que siendo bueno no encontraba novia, lo echaban de la
guardería y demás. En fin, pura ciencia
ficción que el público no entendió,
ya que resultaba inexplicable que al Dr.Martín
le pasaran cosas trágicas (en Médico de
Familia los dramas eran tonterías: El primer porro
de Chechu, la muerte de Marcial que como era pobre daba
igual) en esta vida de soltería.Fue purgada de
la programación, aunque Viru y yo exigimos un DVD
para que podamos regalarlo a amistades que nos caigan
mal.
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El
Yogur bio lucha contra años de estreñimiento
en Periodistas
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Periodistas:
Aquellos que recordamos los primeros capítulos,
donde la analogía José Coronado -
Juan Luís Cebrián se tornó demasiado
obvia y pretendían emular un diario serio, nos
sorprende el giro comprometido que tomó luego la
serie. Puesto que la vida en un periódico es aburridísima,
y en el fondo no es más que volver a redactar las
noticias de Agencias, al poco enviaron a Pepón
Nieto (fan de Chimo Bayo, cosa que le redime)
a introducirse en redes de trata de blancas o mafiosos
rumanos que viven en Alcalá de Henares.
Este
giro convirtió en totalmente deprimente la serie
para cualquier estudiante de piriodismo, digo, Ciencias
de la información, ya que el típico becario
puteado en la Gaceta Universitaria se preguntaba
por qué no le pasaban las cosas que a Belén
Rueda y compañía. Así, vimos becarías
que son llevadas a África para realizar
un reportaje o un sin papeles como Chuski trayendo
la visión y hechos de la calle (una especie de
Ramoncín periodista). En algo sí era realista,
sin duda, y era la hija de Coronado enchufada en el periódico
por otro abuso de nepotismo. Real como la vida misma,
y hecho que cualquiera puede comprobar en los la ficha
redacción de cualquier publicación.
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¿Me
vas a hacer repetir la redacción? Joo, sólo
por poner Varsovia con B.
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La
amargura también venía por personajes increíblemente
mediocres, como María Pujalte o Alex
Ángulo, que realizaban una especie de remake
del matrimonio clásico de Ana Diosdado (cuarentones
ilusionados por la revolución, y que jamás
la vieron.). Clásico es, sin duda, el capítulo
donde Alex Ángulo (Blas Castellote) rechaza
la jefatura de redacción al no creerse capacitado.
Suso del Toro observaría este capítulo descojonándose,
intuimos. En un acto de mala memoria, recordamos Periodistas
como una serie bien realizada. La revisión de ésta
borra cualquier parecido con la realidad, y sólo
se salva por las risas que provoca Ana Mala-Ostia Borrachero
interpretándose a sí misma. Por cierto,
esta es una de las pocas oportunidades de oír hablar
al Almogáver Joel Joan en castellano.
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Compadezco
al que hiciera este collage
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Querido
Maestro: Empezamos mal, Imanol Arias de protagonista
ya es sinónimo de compromiso social, jeremiadas
varias y problemas de dinero. Esto último es el
motor de la depresiva escuela en la cual ejerce de profesor
progre. La mitad de los capítulos parten de esa
base: Imanol quiere llevar a los Alumnos a las ruinas
romano-góticas-medievales (nunca se específica:
Esos guionistas culturetas) y no hay presupuesto en la
escuela. Eso da pie a un discurso de Imanol sobre la maldad
del dinero, y pequeños piques entre los profesores.
Entre ellos podemos encontrar a Leonor Watling,
antes de leer la Rockdeluxe y escuchar a Tom
Waits, haciendo de profesora teresiana.
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"Ya
que no podemos alquilar un autobus, os llevo yo
en sidecar a Numancia"
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El
carácter rural de la serie la hace más triste,
y de la mala docencia de los profesores, queda el resultado
de que uno de los jóvenes actores que salían
(Juan José Ballesta) haya acabado siendo un líder
del colectivo cani. A ello se une la dicotomía
entre Imanol y Emma Suárez, que ejerce como
directora, siendo un antiguo amor del primero. Ni el Quimicefa
haría creíble esta pareja. El origen de
la serie se data de Italia, pero parece que la nostalgia
fue sustituida por la naftalina y el recuerdo por el discurso
político. Su único punto a favor, es que
Imanol Arias mimetiza de manera fidedigna el clásico
atuendo del profesor de Primaria - Secundaria: Pantalón
de pana, jersey verde y pelo de monaguillo.
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Futuro
protagonista de la versión española
de Bareback Mountain junto con Tate Montoya.
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Menudo
es Mi Padre: Sancho, con el Fary hemos topado. La
pionera de todas las series proleta de los 90, Aída
y demás viven del entorno drogo-festivo que originó
ésta. Fary se interpreta a sí mismo, ejerciendo
duramente de taxista en un barrio deprimido. Por supuesto,
las desgracias no vienen solas, y poco a poco irán
muriendo el resto de secundarios por falta de presupue
digo
por exigencias del guión. Esto llegará a
la cúspide cuando el Fary entre en coma por un
accidente, que coincidió con la renovación
de contrato del actor-cantante-poeta-dramaturgo. Así,
muchos episodios de la última temporada pasaban
con Fary como Goku en la saga de los robots, esperando
todo el público que superara sus problemas y volviera
a aparecer. Joder, ¡Ni en Melrose Place llegaron
tan lejos! Más de seis guionistas hicieron continuar
la serie con el protagonista en coma, entre ellos el odioso
Luísmi de Compañeros, última rama
de la dinastía Aragón.
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Manuel
Feijoo, Luismi, el Mankiewicz español. Los
Aragón valen "pa to".
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La
amargura venía en esta serie por dos vertientes
diferenciadas: El personaje de el Fary y el contexto casposo
en el cual se desarrollaba. Lo primero mostraba las amplias
autolimitaciones del cantante, que en algunos momentos
se encallaba en sus propios diálogos (los cuales
creemos, obviamente, improvisados). Lo segundo se establecía
en las aventuritas de Daniel Guzmán (antes
de estar de moda) y el resto de hijos intentando encontrar
trabajo. La mayoría de los capítulos acababa
con Guzmán en urgencias por idiota y chuleta. Además
se moría la madre y el cabeza de cebolla le salía
bakala. En fin, totalmente depresiva.
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De tanto llevar bolsas le salieron esas bolsas
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Quién
Da la Vez: Todo lo dicho sobre Imanol Arias
en Dear Teacher se puede decir de José Sacristán
en esta serie. Un ex torero fracasado en las Américas
vuelve a España sin un real, y es acogido en una
especie de Mercadona por un antiguo amigo. Éste,
le conseguirá a Viviano un pequeño
papel realizando diversos recados a lo largo del centro
comercial (que cabrón el amigo). Para aumentar
la tristeza, Viviano no cuenta con un aparato psicomotor
al cien por cien, y los trayectos cuesta arriba y abajo
tienen mucho de juego de plataformas de Nintendo.
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Drogas
duras, un problema para los jóvenes
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Las
aventuras del cojo Viviano se desarrollan en ese microcosmos
que es el Mercadona, donde pronto encuentra el amor platónico
de una pescadera (Beatriz Carvajal) y la comprensión
de Micky Molina, el yonki (no era ese su papel,
creo, pero es lo que parece siempre que interpreta algo).
No obstante, las desgracias vendrán por el director
del centro comercial, el malvado Pepe Sancho, que
fastidia a Viviano y a Lydia Bosch (ejerciendo
de mujerona en este contexto seborreico). Todo ello, rodeado
de secundarios graciosillos como la Chirla (la posterior
Juani, Luisa Martín) o Pepe Carabias de huevero.
En fin, el bizarrismo ilustrado a través de tramas
como la de los Skin o la violación de Lydia
Bosch. La serie fue un exitazo y hasta hubo segunda
parte. Como consuelo, siempre nos quedará el recuerdo
de Miguel Rollán vendiendo videoclips erótico-festivos
en su tienda de ultramarinos (Ahí es la primera
vez que oí lo de "Rabocop")
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"Me
encanta viruete.com porque nos hace recordar esas
cosas tan nostálgicas"
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Degrassi
School: Nunca perdonaré a Viruete que en su
análisis de Degrassi se centrara en el remake insípido
que hicieron. Jamás una serie ha mimetizado tan
bien la estética EGB como Degrassi. El ambiente
peludo, con mala iluminación, lleno de color y
sucio es, exactamente, la representación más
fidedigna de nuestros primeros años de estudios
para todos aquellos con más de 20 años.
Aparte, sus rocambolescas tramas fueron todo un trauma
para aquellos que la veíamos, que no éramos
pocos pero sí mal vistos (Nadie llevaba una carpeta
con fotos de Degrassi)
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"Y
entonces Micky Molina me pasó la jeringuilla
y..."
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Ya
se ha mencionado el clásico capítulo de
la mononucleosis, pero el que más me marcó
fue sin duda el de los sueños húmedos de
los gafotas de la serie. Yo con apenas 12 años
no me enteré de lo que les pasaba (y eso que intentan
llamar a un consultorio sexual) y temí tenerlos
yo también. 11 años más tarde, todavía
no los tengo, pero el temor permanece. Célebre
es, también, el capítulo sobre la natación,
primer recurso visual para onanistas avanzados por su
trama: La nadadora principal del equipo femenino ve aterrada
crecer dos codos en la parte superior de su cuerpo, lo
que la hace tener "palo" de poner "palote"
a los "paletos" que la observan. El drama está
servido (las pajas, para algunos, también).
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Capítulo
186: Bradon decide llevar a su casa al bedel español
del instituto. Tendrán problemas de comunicación,
pero todo se resolverá gracias al poder de
la amistad
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Posiblemente,
la revisión actual de Degrassi nos rompa el mito
de serie realista, pero por aquel entonces lo era bastante.
La comparación Sensación de Vivir, el
reino de la depilación, las hombreras, los odiosos
padres de Brandon, y Degrassi School, donde había
punkis embarazadas, frikis horrorosos, dramas sobre tampones
(¿Alguien vio alguna vez un Tampón en Sensación
de Vivir? ¿Y alguien con unicejo? ¿Se imaginan
aparecer a Jesús Bonilla como bedel en el
instituto de Brandon?) se decantaba siempre por la última
en visos de verosimilitud.
La
tristeza venía por la identificación de
nosotros, tiernos pezqueñines, con algunos personajes
de la serie. Esta pasó pronto, ya que los punkies
canadienses no se parecían en nada al colectivo
pelocenicero que empezaba a hacer de las suyas quemando
corchos en la clases de Religión (esto último
es verídico).
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¿Por
qué Pancho usa camisa de manga larga en la
portada? ¿Teme mostrar sus brazos?
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Verano
Azul: Paradigma de la transición, supone, ante
todo, un mito propio de la televisión española.
Aparte, es una serie que puede dar pie a complejísimos
estudios socio-económicos, ya que la lucha de clases
entre Pancho y Javi resultaba bastante obvia.
El
argumento nos es conocido: Un grupo de jóvenes
trazan una amistad elíptica (esto se lo oí
una vez a Julio Medem) alrededor de un pueblecito de la
costa. El eje común es la pintora-progre Julia,
que les enseña valores humanitarios en alto grado,
como canciones sobre el mar o cuadros de veleros alejarse
en la niebla. En uno de los capítulos descubren
que es esquizofrénica, cosa que se intuía
por las aburridísimas aficiones antes mencionadas.
Menos moralista, está Chanquete, marinero
émulo de Popeye que con su barca intenta sobreponerse
a la desleal competencia de Pescanova. Es decir, es una
especie de ácrata existencial que vive de lo que
pesca. No por nada, en este país de vagos, sería
el más admirado de la serie. Y los niños,
pues había desde gordos a macarras, para que todo
el mundo se identificase.
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Crespuscular
y terrible foto del reparto de la serie en su senectud.
No Desi: lo tuyo no era cosa de la edad.
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La
depresión venía por el carácter de
iniciación, en el sentido más casposo, de
algunos capítulos de la serie. Fuertísimo
es, y lo seguirá siendo, el dedicado a la primera
menarquía de Bea. La de Desi no nos es referida
afortunadamente,
dirán algunos maldicientes. Quique también
tuvo sus momentos, aunque no lo crean, y resulta que su
padre era un maltratador, pero luego su madre montó
una farmacia y todo eso. Pero, el capítulo más
traumatizante es la muerte de Chanquete por combustión
espontánea. Ya conocen la escena: Después
de un monólogo shopenhaueriano de Chanquete,
los amiguetes se van a la playa. Al poco, viene llorando
Pancho por la muerte del amado pescadorzuelo. El féretro,
acompañado de "Algo se muere en el alma",
completa la situación, siendo probablemente la
primera vez que los de nuestra edad fuimos conscientes
de nuestra mortalidad. ¿Qué otra cosa puede
provoca mayor amargura? El limón.
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Definitivamente:
tú también puedes llegar a tener tu
calle.
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Anillos
de Oro: Ana Diosdado establece una red de parejas
aburridas y con pantalones de pana que se traicionan una
y otra vez en el marco del primer felipismo. Imanol
Arias, el chulazo de la serie, ejerce de abogado en
pleno auge de la ley del divorcio junto a la propia Ana
Diosdado. Esto se complica, puesto que luego ellos se
lían con sus clientes, aunque sin nada explícito
ya que Pedro Masó anda detrás de
las cámaras. Hay una idea divertida detrás
de todas las series de esta mujer, y es que siempre está
el papel de una mujer de mediana edad (termino ya muy
perturbador) que se entrega al jolgorio dionisiaco con
jovenzuelos ebrios de hormonas. Sí, como habréis
adivinado, este papel es un trasunto de la propia Diosdado.
Aunque
ya la idea es, puramente, depresiva, la concreción
se realizaba en la afición al jolgorio alcohólico
de Lola (Ana Diosdado) Los últimos capítulos,
de hecho, ya la ven al estilo del protagonista de Miedo
y asco en las Vegas, sólo que en lugares
célebres del bebercio capitalino y vestida con
el aspecto monjil propio de la época. El discursito
progre de la serie era terriblemente cargante, muy en
la línea del primer Garci. Ya saben: Monólogos
sobre Espinoza y Espinete, Don Pinpón
o el materialismo histórico, El Capital edición
sordos y cosas así
|
La
musa intelectual de una generación de mujeres
con pasmina
|
Una
de las ideas a retener de la serie, es el cambio radical
de las modas en apenas veinte años. Es decir, Anillos
de Oro mostraba al cetrino Imanol Arias y el barbudo Xabiel
Elgorriaga como hombres hercúleos, referentes
para toda mujer solterona. Visto ahora, su exceso de pelos
e inteligencia serían poco entendibles para una
generación que ve en Fran Perea un mito
sexual. A este dúo de hombretones, se van uniendo
gentes como Galiardo o la recién salida de biología
Ana Obregón, que hacen más interconectada
(en todos los sentidos) la red sentimental. La serie marco
época, popularizó los pañuelos en
el cuello en todas las profesoras de secundaria y ganó
un TP. ¿Qué más quieren?
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Ceferino:
Debo de reflexionar. (Pausa de 5 minutos con los
ojos llorosos)
Mujer no identificada: Lo sé (Le coge la
mano)
Ceferino: No, otra vez el mismo error no.
--
Empieza a sonar la versión instrumental
de Tristeza de Amor con saxofones múltiples
--
|
Tristeza
de Amor: "Un juego cruel, jugando a ganar, has
vuelto a perder" Estrenada en 1986, supone la sublimación
de Anillos de Oro en lo que a relaciones entre cuarentones
se refieren. Si ya el marco susurrante de la Radio (recuerden
a Gemma Nierga Ssssí, ssssí, te entiendo
o el Vuelo 606 con lossssss saludossss de Ángel
Álvarezzzzzzz en el Corte Inglésssssss)
puede ser deprimente, añadir a eso una compleja
maraña sentimental entre Alfredo Landa (¡¡¡!!!),
Concha Cuetos y Carlos Larrañaga
puede tener consecuencias épicas en el marco de
la tristeza. Hilario Camacho pone la guinda, con
la descojonante canción inicial sobre el otoño
vital de estos desgraciados.
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Gafitas
de John Lennon, gesto melancólico, una ventana
que da al mar... Sí, es Hilario Camacho
|
Puesto
que ver el sutil juego de miradas entre Landa y Cuetos
no era precisamente Ophuls, los guionistas añadieron
un componente de venganza entre Manolo Lanuit y
la radio que tiene el mismo interés que la vida
sentimental de Espinete y su cama de velcro. Fíjense
lo rancia que era la serie que los protagonistas se llamaban
Ceferino y Carlota. ¿Se imaginan
alguien en Aquí No Hay Quién Viva
llamado Ceferino? ¿A qué molaría?
Los Serrano ya lo hacen, con Fructuoso.
Se
podría considerar, en cierto modo, la continuación
fílmica de las primeras películas de Garci,
apóstol de la naftalina existencial. Lamentablemente,
el inferior número de referencias literarias, chaquetas
de pana y la ausencia de Cayetana Guillén (Vaya,
otro actor apellidado Guillén mmmm) hacen que no
esté a la altura de odas al funcionariado como
Asignatura Pendiente.
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El
niño era el más maduro, el único
que tenía claro lo que quería. Biberón
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Treinta
y tantos: Un grupo de amigos lobotomizados de Filadelfia
comparten sus vivencias en el equinoccio de sus vidas.
El Horror absoluto. Si vds piensan que nos hemos pasado
con la ficción española, para compensar
hemos dejado como guinda esta oda al post-existencialismo
kantiano. Cuando la veíamos de pequeños,
nos ilusionábamos al ver gente de una edad adulta,
actuando como jóvenes y teniendo nuestros propios
miedos. Ya en la veintena, la revisión de esta
serie nos deja ver que iba exclusivamente dedicada al
público infantil, puesto que al acercarnos a los
treinta la sola posibilidad de acabar como estos imbéciles
nos aterra.
Casados,
separados o divorciados (depende de la temporada de la
serie), Michael y Elliot trabajan en una
empresa de publicidad. Pero no todo es tan fácil,
eh, detrás de hacer la campaña de fabada
Litoral (o su correspondiente americano, probablemente
fríjoles "La Fábrica") hay toda
una lucha de poder y frustraciones respecto a lo que alguna
vez quisieron ser. A ello se añaden bebes pesados
(con la clásica escena del cambio de pañales),
mujeres ecologistas literalmente insoportables y padres
ejerciendo una labor edípica sobre sus hijos. Todo
ello tiene como colofón el descomunal complejo
de Peter Pan de todos personajes, fruto suponemos de un
horro de lecturas o simplemente por el consumo masivo
de Viruete.com
|
El
auténtico Necronomicon.
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El
desarrollo de los capítulos parte siempre de una
frustración, y los hace más predecibles
que un guión de Siete Vidas. Ya saben:
Vienen los padres de uno de los protagonistas, los que
lo obligaron a hacer derecho en lugar de plantar boniatos
en Wisconsin para desarrollar un medio ambiente sostenible
que era su ambición. Esto provoca una crisis existencial,
con discusiones entre la pareja, bebes llorando y la muerte
de alguien. Vamos, lo que nos pasará a todos en
la treintena.
|
Peter
Horton amargó a sus alumnos de literatura
con su brutal mullet y sus paridas sobre Homero.
Le amamos, claro.
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Cada
vez que vemos esta serie, no podemos quitarnos la imagen
de Isabel Coixet en nuestra misma situación,
zampándose un enorme "Ben and Jerrys"
a la vez que observa atónita con los ojos llorosos
la separación de Elliot y Nancy. Aquí pueden
cambiar a la Coixet por cualquier fan de Bjork
gorda y con gafas de pasta que vean en la sección
música del FNAC de Callao.En fin, de lejos la más
depresiva de todas, no sólo puede llevar al suicido
por explosión gracias a la ingestión de
helados ultra-calóricos, sino también al
asesinato despiadado del desgraciado que ha decidido su
reposición en Cuatro.
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No
sólo no tiene familia sino que encima se
le muere el perro.
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Animes europeos Viru: Pido persmiso a Pornosawa
para añadir un pequeño inciso sobre dibujos
japos depresivos. No sé a qué esperan los
sociólogos de todo el mundo para realizar un estudio
que explique que, mientras que las series ambientadas
en japón eran de las más diversas temáticas,
los animes que ambientaban en Europa (siempre en el siglo
XIX) eran a cada cual más malrollistas. Marco,
Perrine (Sin Familia), El perro de Flandes, Heidi, Candy
Candy, Remy... un ejército de niños
en busca de su madre, maltratados por madrastras o patronas
y malviviendo en la pobreza que al final se mueren. Más
o menos. Cada capítulo traía una nueva desgracia
para sus protagonistas, una nueva y deprimente situación
que te quitaba las ganas de vivir y la fé en la
humanidad, traumatizando toda una generación (como
bien describían en aquel episodio de Las
guarradas de Kaizo). Y cuando nos creíamos
que no podían superarlo, hicieron la serie de Mi
novia, el Arma definitiva. Adios mundo cruel.
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Mientras
yo me deprimo, la gente está feliz, en el
exterior, andando en patinete...
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No
debí hacer este artículo, rememorar estas
producciones me ha hecho ponerme triste. ¿Qué
hago ahora? ¿Me pongo el DVD de los Morancos? ¿Las
canciones de DJ Syto? No sé que hacer
Un
momento, empieza Cuarto Milenio, Iker
paren
las máquinas. ¿Un Duende en Zaragoza? JAJAJAJAJAJAJA,
a ver qué dice ahora ¿El tesoro de los Templarios
está en Alpedrete? ¿Entrevista con alguien
del lugar? "Ji, vi argo que salía y paresía
la mesa de salomó, ya veí" "Impactante
testimonio de este hombre nacido en el lugar, licenciado
en Bachiller (¿?), que acongojado encontró
la pata derecha de la Mesa de Salomón" JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA
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