DIOS SALVE A JOHN DENVER

Aquí en Viruete tenemos en gran consideración el sagrado arte del mullet. No sólo creemos que los individuos que lo llevan son superiores, sino que nos consideramos con el derecho de no imitarlos para no restarles grandeza. Es decir, somos simpatizantes dentro del respeto que merece una tradición de milenios, que ha estigmatizado a un sector de la población como súper-señores destinados a iluminarnos en el Apocalipsis. Pero, antes de que Boston y Garnier inventarán el AOR, y que Dolly Parton estuviera a punto de morir aplastada por sus implantes mamarios en el hospital cedars-sinai de los Angeles (el hospital donde uno puede encontrar las legañas de Kirk Douglas o el cerebro de La Toya Jackson) existieron hombres visionarios que tuvieron el poder gracias al mullet. Dividámoslo en épocas raras, como hacen en mi facultad:

PROTO-MULLETS

Sargón: En la antigua Mesopotamia, había dos tribus llamadas Sumerios y Acadios. Los primeros eran parecidos a los amigos de Chechu en Ana y los Siete, y sabían leer, escribir y eran del Real Madrid. Aunque este último punto no está confirmado con los Sumerios, podemos cambiar Madrid por Marduk y todo resuelto. Bueno, pues los Acadios eran semi-nomadas (como los mullets del sur de los EEUU, es decir, vivían en caravanas sin la MTV pero con Al-Jazeera, que para el caso es el mismo terrorismo televisivo), no sabían leer ni escribir y eran del Atlético de Baal. Como era normal, los segundos acabaron conquistando a los primeros por listos y no darse cuenta de los focos en la serie de Ana Obregón.

Bueno, lo interesante es que el que dirigía a los acadios, Sargón tenía un gran mullet, que impuso por la fuerza y a base de casettes de los grandes éxitos de John Denver a toda su tribu. Gracias al poder y carisma que le daba ese curioso peinado, Sargón logró imponer en todo el creciente fértil (nada que ver con la entrepierna del Dr. Iglesias) menos en Egipto (allí eran más fan de The Cure, con lo cual no cuajo el tema) el mullet. Del 2000 A.C. al 500 A.C. toda la flor y nata de la aristocracia mesopotámica gozaba de un esplendoroso mullet.

SARGÓN INVENTOR DEL MULLET ¿BENEFACTOR?

Sansón: La historia de sansón se centra dentro de esos cuentecillos judíos escritos en la Biblia. Nuestra interpretación de las sagradas escrituras es la siguiente: Todas las desgracias del pueblo de Israel se basan en llevar otros cortes de pelo. Moisés es el primero en dejarse este famoso peinado, como se puede ver en la rigurosísima Los 10 mandamientos. Así, luego que los descendientes de Salomón (el inventor de las botas bakalas que han permitido a chavalas de 1.20 aparentar 1.70) dejaron de tener Mullet, el reino acabó conquistado por todo los fans de Ted Nugent de oriente próximo. Sansón es la perfecta metáfora de todo: Al cortar Dalilah su cabello, él pierde toda su fuerza, pero gracias a la ayuda de Dios (que como todos sabréis, lleva Mullet) y varios videos del combate entre Hulk Hogan y el Último Guerrero recupera la fuerza. Por cierto, el próximo concilio Vaticano, es muy seguro que pruebe la evidencia (innegable) de que Jesús tenía mullet.

Dalilah transformó a Sansón en mod.

Anibal: Los fenicios, fueron los que propagaron el Mullet más allá de Mesopotamia. Aunque en Grecia nunca se extendió (aunque parezca mentira viendo películas griegas de los 80), el levante hispánico y las colonias fenicias extendieron nuestro peinado por la piel de toro (ejemplo de ello es el cantante de Camela, aunque en esto caso se nota la influencia del Capitán Garfio). Cuando los fenicios cayeron conquistados por los asirios (una banda AOR de estética siniestra de por aquel entonces), Cártago (un antiguo asentamiento mullet-fenicio) empezó a dirigir el destino de las hair bands del mediterráneo occidental y con ello enfrentarse a Roma, que dirigía las bandas estilo los planetas de por aquel entonces. Anibal, el frontman de Cartago, tenía un viril mullet que le hacia invencible, pero fue vencido por Scipión (llamado el africano por su mullet). Por cierto, para los despistados: No estoy hablando del Equipo A.

Aníbal juró odio eterno al pelo corto.

MULLETS MODENNOS

La mayoría de tribus godas llevaban el pelo estilo Manowar, y los romanos parecían Tennesse, con lo cual el Mullet vivió una etapa de oscuridad evidente. Mahoma trajo el mullet a la península, pero el tocado árabe le hizo menos vistoso. El mullet estaba en una etapa de decadencia absoluta, y sólo los vascones lo continuaron llevando, pero al no haber retratos de ellos no podemos citar alguno famoso. De hecho, se suele decir que los Templarios fueron disueltos por llevarlo, algo posible si vemos los retratos de Jaime I (educado por templarios a base de discos de los Scorpions).

Jaime I: sin mullet no hay conquistas

Luis XIV: Llegamos a la época de apogeo del Mullet, el Siglo XVII y XVIII. El Rey Luis descubrió la importancia de tan magno peinado, y aunque no llego a beber Budweiser, muchas de sus pelucas eran mullets. Aparte es el primero en descubrir del todo el sentido de la vida mullet: La no existencia del jabón. No se lavó más que dos o tres veces a lo largo de su reinado. Los ilustrados del siglo XVIII, le imitaron, pero reduciendo sus pelambreras y poniendo una bonita coletita atando ese rebelde mullet peluquero. Todo este apogeo Mullet, se vino abajo cuando Luis XVI decidió comprar discos de Van Halen. Aquello era demasiado para el populacho mod de Paris.

Leonardo Di Caprio como Luis XIV: el mullet soy yo

MULLETS DAORA

John Denver: El más antiguo de los grandes prohombres setenteros en llevar Mullet, es sin duda el cantautor americano John Denver. Sí amiguitos, a la par que celebraba especiales de fin de año (tuve la oportunidad de ver imágenes de uno en canal estilo y cambio mi vida) para todos los sureños alcoholizados con una escopeta en ristre. Es muy posible que hubiera músicos con mullet antes (gitanos seguro jaja), pero John Denver es el primero que extiende el peinado por el clásico paleto sureño padre de Britney Spears. Como el sur de los EEUU es el que crea tendencias, faltaría poco tiempo que Bono lo llevara.

John Denver. Repetimos: no tiene nada que ver con el dinosaurio ese.

El vaquilla: Más conocido para la policía británica como “The Little Cow”, fue el gran popularizador del Mullet en las ciudades dormitorio españolas. Aunque Los pecos acabaron con su expansión, reconvirtiendo a gran parte de éstas en Bisbales morenos, el Mullet acabaría por estigmatizar a los colectivos más necesitados de la sociedad, como la Duquesa de Feria. El Vaquilla, prototipo de bandolero, fue ensalzado por muchos comentaristas como una muestra del indómito espíritu ibérico (ya ves), pero ese espíritu se consumió en la adicción a la harina Bimbo. Triste final para el más importante Mullet hispánico.

Sin el ejemplo del Little Cow, The lighter's boy no habría existido.

Patxi Andión: Actual profesor de periodismo en la Complutense (¿¿¿¿¿??????), fue un conocido cantautor comprometido con las vascongadas que cantaba cosas tremendamente aburridas. Tanto, que después de hacer películas e incluso series como Brigada Central (El Comisario sin desodorante), decidió retirarse y acabó dando clases de periodismo donde suele decir “Yo soy vasco antes que hombre”. Bueno, lo importante es que fue sin duda, el popularizador del Mullet en el País Vasco, que pronto se extendería por todas las ONGs como Jarrai.

De cantautor comprometido a funcionario del estado por la gracia de Dios.

Aquí finalizamos este viaje por los distintos engen…dioses que han hecho al Mullet no sólo una filosofía de vida, sino una cultura propia. Debemos dar las gracias en este artículo a la cátedra Mullet y Civilización de la Universidad Complutense, que ha tenido a bien ofrecernos la idea y regalarnos una caravana para ubicarnos en el medio, desde donde se ha realizado el artículo. También os invitamos al próximo curso de verano en el Escorial, donde Camela, Tamara, y el colectivo rumano de Alcalá de Henares nos hablarán de lo que ha supuesto el Mullet en sus vidas. La gente que venga con esos pelos tendrá una rebaja de 50 €.

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